El pintor Antonio López tiene ideado pintar un cuadro de Bilbao, con motivo de la celebración de una exposición temporal, en el Museo de Bellas Artes. Para ello se ha subido a la azotea de la Torre Iberdrola (el edificio más alto de la ciudad), para pintar dicho cuadro desde ese punto, y que reflejará la transformación urbanística que ha experimentado la capital vizcaína.
López ya era conocedor de esta transformación y llevaba tiempo queriendo plasmarla en un lienzo, de grandes dimensiones.
Durante el tiempo que ha durado su visita a la azotea, el artista manchego se ha sentido sorprendido por la vista que ofrecía el edificio, ya que se podía contemplar hasta el puerto bilbaíno, que dista de la ciudad unos 20 kilómetros.
