Basílica de Nuestra Señora de Begoña
Publicado por Romina Ronda el .
Patrona del histórico territorio de Bizkaia, la Virgen de Begoña cubre con su manto de protección los corazones vizcaínos desde el templo que a ella se le dedica, desde la Basílica de Nuestra Senora de Begoña.
Definida por los mismos vizcaínos como una iglesia acogedora, llena de paz y serenidad, esta basílica se alza en el mismo centro histórico de la Villa de Bilbao, a tan sólo unos minutos del Ayuntamiento, para recordar a propios y ajenos el gran esplendor y amor que la patrona concede.
Hoy en día, el templo se erige sobre una antigua ermita, cuyas dimensiones parecen coincidir con la nave central de la actual basílica. Poco se sabe de esta pequeña parroquia que dio base al posterior proyecto del maestro Sancho Martínez de Arego. Tan sólo se conoce, gracias a un inventario del 1503, que albergaba un retablo de gran tamaño con 14 imágenes relativas a la vida de María.
En la actualidad, la basílica que podemos contemplar consta de tres naves cubiertas con bóvedas de crucería. En todas ellas se siguen los trazados de un estilo gótico que, sin embargo, pierde fuerza en el coro, cuyo talante lo acerca al clasicismo, y desaparece en la portada principal totalmente maniriesta.
Una curiosidad arquitectónica es aquella que remite a sus mecenas; los fieles. Los cientos de fieles, quizás, los miles de fieles, que a lo largo del siglo de construcción concedieron parte de su hacienda para la edificación de su querido templo. Recuerdo de tal solidaridad son, hoy, los escudetes de mercaderes y maestros de oficio que coronan los pilares de la nave central y que ocupan el lugar que, tradicionalmente y en la mayoría de los templos, se asigna a los escudos de las familias nobiliarias.
No hay duda de que la solidaridad y el cariño del pueblo hacia su Virgen de Begoña siguen vivos desde entonces y que el recinto se alza como uno de los principales lugares de recogimiento y espiritualidad de la Villa.
Foto: vía flickr
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Un comentario
Tuve laoportunidad de estar en el mes de agosto en la Basilica de Ntra. Sra. de Begoña, la cual tenia ganas de visitar. Me encantó y quedé gratamente impresionado.
También tuve oportunidad de charlas un rato con uno de los sacerdote de la misma en un cafe cercano y dicha charla fué muy cercana en todos los órdenes.
Por mis orígenes cumplí con una obligación de visitar a Ntra. Señora.
Que ella ruegue por todos nosotros que lo necesitamos.