El Parque de Doña Casilda
Publicado por Romina Ronda el .
Magnolios, plataneros, nissias y sóforas nos dan la bienvenida al parque Doña Casilda. Allí nos espera plena naturaleza en un campo abierto de más 85.000 m².
Este pulmón bilbaíno, que corre paralelo a la Gran Vía, fue construido entre 1907 y 1920. Desde entonces el parque de Doña Casilda Iturrizar se ha dedicado a conquistar los corazones de oriundos y visitantes desplegando sus extremados encantos.
En el recinto los cuidados senderos se suceden entre una hermosa y fecunda vegetación. También preciosos estanques surgen al paso de quien por allí merodea. Luce entre todos ellos el majestuoso estanque de los patos, donde los famosos animales – casi dueños del parque – se combinan con los juegos de agua y con los barquilleros para ofrecer a la retina una imborrable estampa de la ciudad.
Otro de los espectáculos lo concede la moderna fuente cibernética, un hito de luz, color y sonido que deleita sobre todo en la época estival. El tiovivo en estilo clásico y el escenario para actuaciones de «La Pérgola» completan el preciado conjunto.
Por supuesto, el parque no podía olvidarse de los más jóvenes y también cuenta con varias canchas de baloncesto de acceso libre y una amplia zona de juegos infantiles.
En las inmediatas surge el edificio del Museo de Bellas Artes que extiende su terraza y cafetería en el mismo parque. En las salas del mencionado museo es posible admirar sus exquisitas colecciones pictóricas, entre las que destacan obras de El Creco, Goya, Ribera, Murillo, Tápies o Barceló.
Sin duda, un paseo por el parque Doña Casilda constituye la mejor forma de conocer ese faceta verde tan característica de Bilbao, una ciudad que según dicen dispone de unos 7 m² de espacio verde por habitante y que se orgullece de la buena conservación y las instalaciones deportivas con que cuentan sus zonas verdes.
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