Visita al cargadero de Barakaldo
Publicado por Romina Ronda el .
Viajamos hoy al pasado de la segunda localidad más poblada de Vizcaya por detrás de Bilbao, un pueblito que dejó de serlo para crecer, un tanto desorganizado, al son del desarrollo industrial. Hoy nos vamos a Barakaldo.
En la historia de esta población resultó tremendo el paso del carácter rural al urbanita e industrial. Todo comenzaba a mediados del siglo XIX, cuando en el pueblo existían únicamente tres grandes fábricas importantes. Es una de ellas, aquella que dirigen los señores Ibarra y Cía, la que supone la base para el desarrollo de la potente industria siderúrgica.
Especialmente, a partir del año 1902 cuando la factoría, llamada Nuestra Señora del Carmen, se fusiona con la Iberia y con la fábrica de Altos Hornos de Bilbao. Es entonces cuando surge, en la margen izquierda del Nervión, el gigante siderometalúrgico de los Altos Hornos de Vizcaya. Pocos años después, esta empresa ya se había convertido en el líder absoluto del sector a nivel nacional y en un poderoso referente en el ámbito internacional.
Testigo de estos día de hierro, sudor y bonanza económica, queda hoy entre Galindo y Cadagua, el cargadero de mineral n° 3 de la Compañía Franco-Belga. La visita a este colosal recuerdo de la industrialización permite revivir el trabajo que allí se abordaba; la carga de los buques con el mineral. Primero gracias al uso de vagones que se desplazaban hasta el extremo de los cargaderos y, más tarde, con el empleo de cintas que subían el mineral hasta la cumbre de los mismos, quedando sustituidos así los antiguos vagones.
Este curioso elemento ha sido totalmente restaurado y, en la actualidad, se ofrece al visitante no sólo como un espacio didáctico, sino también como un excelente mirador desde el que contemplar la ría y desde el que comenzar el delicioso paseo por la dársena del puerto.
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