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Parque Natural Valle Salado

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Ubicado en el municipio de Salinas de Añana, el Valle Salado de la Araña se encuentra a 30 Km. de Vitoria-Gasteiz y su paisaje está formado por las eras o granjas de sal, sencillas construcciones de piedra y madera que se erigen entre los reverberos del desierto blanco.

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Escalera cubierta de sal

El comercio de la sal, elemento que se tornó imprescindible a tal punto para la humanidad que dio su nombre al pago por el trabajo (salario), adquirió gran importancia en la región hasta mediados del siglo XIX, la reglamentación de su explotación data del año 1137 y ya en el año 822 existían las eras de sal.
Sin embargo la producción de las salinas comenzó a decaer a mediados del siglo XX, hasta llegar casi a un estado de abandono.
Por eso la Diputación Foral de Alava se propuso el ambicioso plan de recuperar el humedal salino y convertirlo en un foco de interés turístico a partir de lograr su declaración como Monumento Histórico e inclusión dentro de la Lista de Protección de Humedales RAMSAR, al mismo tiempo que se busca poner en valor la sal comestible de alta calidad sobre la base de producción limpia y organización de actividades culturales y gastronómicas.
Recorriendo la salina nos enteramos de que la extracción de la sal se realiza con un método artesanal que se basa en la evaporación de las aguas del río Muera, las que son canalizadas hacia las eras por los desniveles del terreno. Hay más de cinco mil plataformas de extracción que se adaptan a la geografía siguiendo el cauce del río y que constan de manantiales, caminos, canales, pozos, eras y almacenes, pero sólo están en funcionamiento alrededor de ciento cincuenta.
El vocabulario salinero incluye:
Boquera: pozo interior
Era: espacio donde se echa el agua salada para su evaporación
Terrazo: espacio debajo de la era para almacenar la sal
Adra: turno para llenar los pozos
Trabuquete, verdugo y escuerzo: partes del aparato para llenar de muera las eras.
Flores y tela: brotes de sal
Rodillo y cazuela: útiles para obtener la sal
Entroje: Depositar la sal en el almacén
Medidor, Cuarteador y Almirante: antiguamente funcionarios que controlaban el entroje y anotaban en el libro de masias.

Foto: Via Flickr

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